miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los Dioses aprietan pero no ahogan… o sí?

El chico corría alegre entre las caravanas de los nómadas Varisanos. La competición iba a empezar y no podía perdérsela.

-¡Rápido Farkas, Atom ya ha disparado y ahora le toca a tu padre!.

El Semiorco aceleró y a base de empujones consiguió abrirse un pequeño hueco entre los asistentes al juego. En el otro extremo diviso a su Madre y hermana. Ambas le saludaron desde la distancia y su corazón se lleno de una alegría inconmensurable.
De repente oyó el sonido característico que hacía el arco de su padre al disparar y sin necesidad de verlo supo que otro año más el explorador jefe de su pequeña pero a la vez gran familia había ganado el concurso de tiro...

No pudo resistirse y salió corriendo hasta el centro del campo.
De repente Farkas abrió los ojos,. Amanecía en las colinas Curchain y el espectáculo era digno de verse. Echo un vistazo a su alrededor y vio que sus dos compañeros que había conocido dos días antes dormían apaciblemente al calor de la hoguera, observo al semielfo y al humano: ¡Vaya espectáculo ofrecían!. Un semiorco, un semielfo con una ballesta que ya por si sola llamaba la atención y un humano habilidoso con dos enormes hachas gemelas.
Todos exploradores y aunque no amigos, habían trabado una extraña relación de camaradería, cosa extraña en el mundo del que provenían. Al igual que su infancia, que comparada con lo poco que habían contado esa noche al amor de la lumbre parecía ser un cuento de hadas al lado de las suyas.Si fuese creyente daría gracias a su Dios. Al no serlo alzó la mirada al cielo y hizo un gesto de agradecimiento a todos los dioses conocidos.
Nunca se sabe cuando esos bastardos pueden estar escuchando y efectivamente como su madre solía decir “Los Dioses aprietan pero no ahogan”.

Encendió su pipa, el sueño que le había desvelado seguía en su cabeza y con un sentimiento de añoranza rememoró su vida hasta ahora...

Su historia era común pero también muy extraña en este perro mundo.
Farkas fue encontrado por un explorador de un campamento de nómadas Varisianos que contó haber hallado a un bebe de un día en un pequeño refugio al lado de un río.
También contó haber encontrado a su presunto padre, un semiorco acribillado a flechazos un poco más arriba de la ribera del río y a su madre humana yaciendo junto al bebé y agonizando.Lo normal hubiese sido darle una muerte limpia al retoño, si no por el odio instintivo que despierta esa mezcla de razas si para evitarle sufrimientos futuros, pues la vida de los mestizos nunca suele ser agradable.
 Sin embargo no fue así. El hombre se apiado de él y lo llevo al campamento, lo que al principio fue sorpresa y rechazo pronto se convirtió en aceptación hacia la pequeña criatura.

A partir de entonces fue considerado como un miembro más de la familia Szardos.
Su madre adoptiva Margalli , maga y adivina del poblado, le dio todo el cariño que una madre puede darle a un niño a la vez que le enseño los fundamentos de la magia. Pero en el niño se despertaban otras inquietudes.
La primera surgió por el respeto y admiración que profesaba hacia su padre, hombre severo pero justo y que desde muy temprana edad siendo consciente que para su hijo y su vida futura lo más importante era poder ganarse la vida sin depender de nadie, le hizo acompañarle en sus exploraciones de avanzadilla. Pasaban meses alejados del campamento y Farkas aprendió todo lo relacionado con el oficio.
Farkas no es un sermiorco típico, sabe que su trato serio pero agradable y su carácter individualista pero carente de malicia causan cierto asombro e incluso rechazo por parte de algunas personas. Pero claro, Farkas es un semiorco al que se le crió con cariño y amor

La segunda inquietud y lo que le llevo a alejarse del campamento fue los sentimientos que despertaban en lo más profundo de su ser la visión de su medio hermana Estela.
Siempre fueron inseparables, pero conforme crecían Farkas se empezó a enamorar de ella, ya no la veía como una hermana si no como la mujer con la que quería pasar el resto de su vida. Pero a la vez y aunque los sentimientos eran mutuos, sabía que no seria del agrado de sus padres adoptivos. Pensándolo mucho Farkas decidió poner tierra de por medio y empezar a labrarse su propio futuro fuera del campamento que lo acogió. No obstante sabia que algún día volvería y esa fue la promesa que hizo a su familia y en especial a Estela.

Y en esas estamos...

-¡Eh Capullos despertad de una jodida vez!, no pienso marcharme sin despedirme de unos cabrones como vosotros. Adam, que los hados te sean propicios y a ti Diestro: Respeto esa especie de cruzada tuya, la escaramuza contra esos gigantes fue realmente divertida, espero volver a veros y entonces veremos quién es más hábil; si tú con tu ballesta o yo con mi arco. En fin, parto ya, si os interesa me dirijo a Punta Arena. He oído historias de criaturas extrañas y monstruos de todo tipo y no me vendría mal un poco de oro y una cama decente mientras los cazo. Si os decidís sabréis donde encontrarme y os pagare esas cervezas que prometí ayer.

Adiós compañeros.

Farkas se interno en la espesura con una sensación de alegría y esperanza en el futuro próximo...

Y en esas estamos!.