viernes, 14 de mayo de 2010

Hacia el observatorio de Vortuum

Ya de vuelta en la capital de los principados, nuestros heroes decidieron cual iba a ser el plan a seguir antes de dirgirse al continente de los dragones.
Escasos de liquidez, decidieron vender al Principe Rygar ir'Wynarn, empeño en cual su "amigo" Damog les ayudó a la hora de contactar con el regente.
Ya con armas nuevas en el zurro y dispuestos a averiguar que pasaba, partieron hacia Argonnessen.

Decidieron dirigirse (no sin haber consultado antes con algun que otro problema) desembarcar en la bahía de Talon, la más próxima al observatorio. En el momento de desembarcar, vieron como a lo lejos un campamento situado en el linde del bosque ardía y era atacado.

Con cautela, decidieron acercarse para ver que ocurria. Shynea al llegar vió como un campamento humano había sido atacado por un grupo de criaturas reptilianas. Solamente un corpulento humo yacía en pié, rodeado por 6 atacantes. Aunque cansado, el martillo de guerra que portaba hacía que sus atacantes se lo pensaran 2 veces antes de hacer cualquier movimiento.

Sin embargo, un miembro de grupo fué avistado por los enemigos, momento en el cual decidieron lanzar el ataque. Con alguno que otro desliz consiguieron acabar con ellos justo ene l momento en el que el hombretón se desmallaba. Decidieron sanarlo y ver que les podía contar que les fuera util.

El humano se presentó como Daros Martillo de Invierno, jefe de la tribu bárbara de los Trtamundos Blancos. Preguntado por la situación actual del continente, les comentó que todo había empezado a ponerse muy peleagudo desde que "El gran azul" había llegado y se habí instalado en el observatorio.
Este último había creado alianzas con alguna de las tribus bárbaras (principalmente los Poseedores del Fuego) y trataban de eliminar toda oposición en el continente.

Ellos habían sido los causantes del asalto, que se había saldado con numerosos muertos y la captura de algunos de sus compañeros y su Totem, un dragon blanco llamado Ala de hielo.
Daros se sorprendió sobremanera cuando vió las marcas del dragón de algunos de los miembros del grupo, relacionándolos con la profecía.
Sin embargo, los intentos por intentar sonsacarle información sonbre este tema no fueron acertados y lo unico que dijo es que "si todavía no sabeís que significan, pronto lo sobréis".

Preguntado por la manera de entrar en el observatorio, les dijo que actualmente era imposible, que decenas de Poseedores del Fuego rodeaban la estructura y no se podía pasar. Sin embargo, con un ánimo renovado, les pidió ayuda para rescatar a sus congéneres, con la promsa de que luego encontrarían la manera de conducirlos al observatorio.

Sin otra alternativa clara, decidieron ir con el por el momento hacía el campamento temporal de los Poseedores del fuego.
Allá, sus congeneres y su totem yacían encadenados. Tras preparar meticulosamente el ataque y valiéndose del factor sorpresa consiguieron en un par de turnos eliminar toda la amezana (no sin ciertos golpes para alguno y alientos de dragon de por medio).

¿Podrán fiarse de Daros y su gente? ¿Les conduciran hacia el observatorio tal y como prometieron?. Esto y más en la siguiente partida .