Con ganas de descubrir la guarida de la dragona, los compañeros se adentraron en los niveles más profundos de las cuevas hasta llegar a un pequeño laboratorio de magia.
Allí, y de improviso, se encontraron con Urrtarr, una maga Gran Trasgo que al verse amenazada atacó a nuestros héroes con un conjuro de sueño, enviando a los brazos de morfeo a más de un combatiente. Sin embargo, al verse amenazada por la espada de Garigarigorn, levantó las manos y se ofreció a ayudarles a derrocar a la dragona si primetían respetar la vida de Darax (jefe del clan del que al parecer, estaba enamorada).
Con la ayuda de Urtarr, consiguieron acabar rápidamente con la guardia personal de Darax y anularon llegaron a los aposentos del caudillo.Sin embargo Darax, enterado de todo lo ocurrido y ciego por la ira de ver a una congénere ayudando a un grupo de invasores, salió de su habitación y con una rápida carga acabó con la vida de su pretendiente.
Nuestros héroes, aunque desconcertados, aprovecharon el momento para salir de sus escondrijos y caer sobre él, negándole toda oportunidad de reacción y acabando rápidamente con su vida.
Así pues, y trás superar un pequeño laberinto en el que unos contratiempos con 8 patas les dieron algun que otro problemilla, llegaron al nivel más profundo de la cueva. En la entrada, un tosco dibujo adviertía a los trasgos de la presencia de la dragona y su poca consideración hacia el resto de "sub-razas".
Entonces, tras reponerse de sus heridas, decidieron entrar. La caverna era oscura y seca, aunque el aire que soplaba a través de ella portaba un intenso matiz ácido. Al final de la cueva se podía atisbar el brillo dorado y plateado de todas las posesiones saqueadas. Sin embargo, los personajes tenían la clara impresion de que algo se movía entre las sombras.
Y así fue. Con un fuerte sonido, un chorro de líquido chisporroteante sugió de la oscuridad hacia ellos. La dragona emergió de su escondrijo y tras atacar, se elevo y comenzo a burlarse y amenazar a los invasores. Sin embargo, y lejos de amilanarse, los valientes mercenarios intentaron hacer frente a la bestia, aprovechando sus descensos para asestarle duros golpes o usando sus arcos cuando se elevaba para lanzar su arma de aliento.
Tras un intenso combate, y viéndose malherida, la dragona aprovechó sus últimas fuerzas para escapar por un gran agujero situado al borde de la cueva, mientras maldecía y prometía venganza por la afrenta sufrida.
Nuestros amigos, relativamente sanos y habiendo concluido su misión, decidieron "tomar prestado" todo lo que la dragona había acumulado y volvieron a Borde del Túmulo, donde explicaron a Stern y a la población todo lo sucedido.
De esta manera recibieron su recompensa (amén de un jugoso descuento en la tienda de Stern), y, tras escuchar rumores de que en Sharn buscaban gente para un asunto importante y bien remunerado, decidieron ir a la ciudad de las torres en busca de emociones, acción y una buena bolsas de monedas de oro...
Todos los implicados suben 2 niveles.