Llegados e instalados en la ciudad portuaria de Puerto Punta, nuestros héroes decidieron comenzar a reunir información acerca de Jheamast y el paradero de su tumba.
El inusitado carisma de Garigarigorn consiguió sonsacar a algunos de los contertulios de la posada cierta dosis de informacion; Jheamast había sido enterrado en la "isla encantada" de Trebaz Sinara junto con todas sus posesiones. Se desconocía el paradero de cualquier explorador lo suficientemente osado como para investigar la isla que haya vuelto con vida. Sin embargo, el grupo consiguió averiguar que un tal Eliam ir'Veldras encontró el lugar dos años atrás, aunque lo único que se se hayó de él fué su diario de exploración, recientemente fue adquirido por un noble Karnio, llamado Vorgaard.
Una vez localizada de la casa del susodicho, nuestros héroes se embarcaron hacia ella, situada enuna península situada entre Skairn y Tantamar. Pero, al parecer, no eran los únicos que buscaban el diario.....
En la entrada a la estancia, fueron recibidos por un apuesto joven y un grupo de soldados de la garra esmeralda que les les aconsejaron volver por donde habían venido. Sin pensárselo dos veces, atacaron a la guarnición que custodiaba la entrada, acabando con ella con relativa facilidad. Pero para sus sorpresa, dos ogros hechiceros hicieron acto de presencia apareciendo de la nada y esgrimiendo unos enormes espadones.
Con algún que otro susto en el cuerpo y ayudados en cierta medida por la "mala suerte" de uno de los ogros, lograron acabar con ellos y adentrarse en la estancia.
La casa de Vorgaard parecía un verdadero museo. Reliquias, tapices y orfebrería de las más diversas culturas se exponían en la entrada de la casa. Sin embargo, un fuerte aroma a quemado y el descubrimiento de una habitación en llamas acució al grupo, que decidió dejar las reliquias a un lado y adentrarse en la estancia antes de que todo fuera pasto de las llamas.
Si Vorgaard había muerto, había vendido cara su piel. Un enorme muro de hielo aprisionaba a numerosos luchadores inertes de la Garra Esmeralda.
Cerca de él y captando la atención de todos los miembros del grupo, un calamar gigante disecado yacía suspendido sobre gruesos cables de metal a modo de atracción principal.
La sorpresa del grupo fué mayuscula cuando vieron bajo el cefalópodo a Dura acompañada por un guerrero esqueleto Karnio. Sonriente y preparada, Dura sacó una gema negra que arrojó sobre el calamar, provocando un gran destello. Cuando el grupo volvió a recobrar la visión, los tentáculos del animal comenzaron a moverse.....
"Acaba con ellos, querido". Fueron las palabras de Dura.
Por suerte, la extraordinaria rapidez del grupo les permitió atravesar la sala sin ser atacados por el gigante animal y permitiéndoles encarar a Dura y su guardaespaldas sin obstáculos haciendo que, en un par de asaltos, yacieran inertes en el suelo.
Eliminada la amenaza, toca buscar el diario de Eliam. ¿Habrá sido Dura la última amezada?¿Consumirá el fuego la estancia y el diario? Todo ello y más en la próxima sesión.
P.D: Las subidas y el tesoro lo editaré el viernes en este mismo post. Un Saludo!
Cambio de juego y de blog
Hace 13 años