El chico corría alegre entre las caravanas de los nómadas Varisanos. La competición iba a empezar y no podía perdérsela.
-¡Rápido Farkas, Atom ya ha disparado y ahora le toca a tu padre!.
El
Semiorco aceleró y a base de empujones consiguió abrirse un pequeño
hueco entre los asistentes al juego. En el otro extremo diviso a su
Madre y hermana. Ambas le saludaron desde la distancia y su corazón se
lleno de una alegría inconmensurable.
De repente oyó el sonido
característico que hacía el arco de su padre al disparar y sin necesidad
de verlo supo que otro año más el explorador jefe de su pequeña pero a
la vez gran familia había ganado el concurso de tiro...
No pudo resistirse y salió corriendo hasta el centro del campo.
De
repente Farkas abrió los ojos,. Amanecía en las colinas Curchain y el
espectáculo era digno de verse. Echo un vistazo a su alrededor y vio que
sus dos compañeros que había conocido dos días antes dormían
apaciblemente al calor de la hoguera, observo al semielfo y al humano:
¡Vaya espectáculo ofrecían!. Un semiorco, un semielfo con una ballesta
que ya por si sola llamaba la atención y un humano habilidoso con dos
enormes hachas gemelas.
Todos exploradores y aunque no amigos,
habían trabado una extraña relación de camaradería, cosa extraña en el
mundo del que provenían. Al igual que su infancia, que comparada con lo
poco que habían contado esa noche al amor de la lumbre parecía ser un
cuento de hadas al lado de las suyas.Si fuese creyente daría
gracias a su Dios. Al no serlo alzó la mirada al cielo y hizo un gesto
de agradecimiento a todos los dioses conocidos.
Nunca se sabe
cuando esos bastardos pueden estar escuchando y efectivamente como su
madre solía decir “Los Dioses aprietan pero no ahogan”.
Encendió
su pipa, el sueño que le había desvelado seguía en su cabeza y con un
sentimiento de añoranza rememoró su vida hasta ahora...
Su historia era común pero también muy extraña en este perro mundo.
Farkas
fue encontrado por un explorador de un campamento de nómadas Varisianos
que contó haber hallado a un bebe de un día en un pequeño refugio al
lado de un río.
También contó haber encontrado a su presunto
padre, un semiorco acribillado a flechazos un poco más arriba de la
ribera del río y a su madre humana yaciendo junto al bebé y agonizando.Lo normal hubiese sido darle una muerte limpia al retoño, si no
por el odio instintivo que despierta esa mezcla de razas si para
evitarle sufrimientos futuros, pues la vida de los mestizos nunca suele
ser agradable.
Sin embargo no fue así. El hombre se apiado de él y
lo llevo al campamento, lo que al principio fue sorpresa y rechazo
pronto se convirtió en aceptación hacia la pequeña criatura.
A partir de entonces fue considerado como un miembro más de la familia Szardos.
Su
madre adoptiva Margalli , maga y adivina del poblado, le dio todo el
cariño que una madre puede darle a un niño a la vez que le enseño los
fundamentos de la magia. Pero en el niño se despertaban otras
inquietudes.
La primera surgió por el respeto y admiración que
profesaba hacia su padre, hombre severo pero justo y que desde muy
temprana edad siendo consciente que para su hijo y su vida futura lo
más importante era poder ganarse la vida sin depender de nadie, le hizo
acompañarle en sus exploraciones de avanzadilla. Pasaban meses alejados
del campamento y Farkas aprendió todo lo relacionado con el oficio.
Farkas
no es un sermiorco típico, sabe que su trato serio pero agradable y su
carácter individualista pero carente de malicia causan cierto asombro e
incluso rechazo por parte de algunas personas. Pero claro, Farkas es un
semiorco al que se le crió con cariño y amor
La segunda
inquietud y lo que le llevo a alejarse del campamento fue los
sentimientos que despertaban en lo más profundo de su ser la visión de
su medio hermana Estela.
Siempre fueron inseparables, pero
conforme crecían Farkas se empezó a enamorar de ella, ya no la veía como
una hermana si no como la mujer con la que quería pasar el resto de su
vida. Pero a la vez y aunque los sentimientos eran mutuos, sabía que no
seria del agrado de sus padres adoptivos. Pensándolo mucho Farkas
decidió poner tierra de por medio y empezar a labrarse su propio futuro
fuera del campamento que lo acogió. No obstante sabia que algún día volvería y esa fue la promesa que hizo a su familia y en especial a Estela.
Y en esas estamos...
-¡Eh
Capullos despertad de una jodida vez!, no pienso marcharme sin
despedirme de unos cabrones como vosotros. Adam, que los hados te sean
propicios y a ti Diestro: Respeto esa especie de cruzada tuya, la
escaramuza contra esos gigantes fue realmente divertida, espero volver a
veros y entonces veremos quién es más hábil; si tú con tu ballesta o
yo con mi arco. En fin, parto ya, si os interesa me dirijo a
Punta Arena. He oído historias de criaturas extrañas y monstruos de todo
tipo y no me vendría mal un poco de oro y una cama decente mientras los
cazo. Si os decidís sabréis donde encontrarme y os pagare esas cervezas que prometí ayer.
Adiós compañeros.
Farkas se interno en la espesura con una sensación de alegría y esperanza en el futuro próximo...
Y en esas estamos!.